Igualdad y exclusiones sociales

Política, política, política... Últimamente dicha palabra va acompañada de otras como 'corrupción', 'poder', 'injusticia', 'soborno' y muchas más. Pero,  ¿por qué es que nos es tan complicado el asociarlo con sus opuestos?  ¿Por qué no  escuchamos el término 'política' con lo que debería ser 'justicia', 'unión' o 'comunidad'?  ¿Por qué? Pues, lo cierto es que, lamentablemente, cuando uno se adentra en la política, uno adquiere poder;  y el poder es capaz de destruir a una persona. El poder es capaz de cegarte y volverte indiferente al sufrimiento ajeno. Es de valientes el no contaminarse, ya que es una tarea muy complicada. Sin embargo, es posible. Y como jóvenes, estamos a tiempo de desarrollar aquel pensamiento de empatía y amor que a muchos políticos actuales les falta. Estamos aún a tiempo de poder  reafirmar aquellos valores para que en un futuro, seamos parte de la sociedad que deseamos ver.  Ahora, remontándonos al

¿P or qué las mujeres eran consideradas inferiores a los hombres?  ¿Qué tenían los hombres que las mujeres no?  Y tantas otras preguntas eran cuestionadas por miles de mujeres en aquellos tiempos, y hoy en día. Y es que, realmente, no existe una respuesta válida para ambas preguntas. En primer lugar, no existe ninguna razón que justifique el mayor rango de importancia y valor que se le daban y se dan, en ciertas ocasiones, a los hombres. Como repasamos en el anterior blog:  Ecuador: La igualdad reflejada en la educación , todos tenemos derechos que deben ser respetados y tanto hombres y mujeres, merecemos un trato equitativo. Los hombres poseen grandes virtudes, es cierto, pero es importante saber que las mujeres también tenemos grandes dones. Somos capaces de realizar enormes cambios, de crecer, estudiar, creer, manejar negocios, criar , crear. Y un sinfín de cosas más.  En lo personal, no considero que sea correcto el seleccionar un género y clasificarlo como superior . No apoyo dich

Como decía Mandela: "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo".  Sin educación, probablemente todos tendríamos los mismos pensamientos. Pensamientos enraizados desde pequeños que copiamos de las generaciones pasadas porque nos enseñaron a  qué pensar, y no a pensar. Nunca surgirían nuevas ideas, todos los países estarían estancados y sumidos en la pobreza material e intelectual, hallar soluciones a los problemas sociales sería una tarea imposible,  ¡ no sabríamos ni comunicarnos!  En fin, un mundo sin educación sería un caos. Sería como estar atrapados dentro de fantasías, similar al Mito de la Caverna, dictada por Platón; estar atados de espaldas, percibiendo pequeñas y casi incomprensibles imágenes de la realidad que los privilegiados desean que veamos. A dicha situación nos estaríamos sometiendo si la educación es erradicada. La ignorancia nos mantendría atados, arrebatándonos el derecho de pensar, de  percibir la realidad.  Empezando po